VER CONTENIDO✍
Siempre que se está en presencia de situaciones legales, es necesario prestar atención en qué, para que su desarrollo sea efectivo y transparente y no se presenten disfraces legales o camuflajes en la norma, de manera que favorezca un determinado asunto o se eluda una responsabilidad.
Este tipo de situaciones donde se simula una acción o un acto como si fuera otro que estuviese permitido para evadir una norma vigente, recibe el nombre de fraude de ley. En otras palabras, utiliza una ley de cobertura para encubrir la ley defraudada.
A continuación conocerás todo lo relacionado con este tema en este interesante artículo.
¿Qué es el fraude de ley según el código civil?
El Código Civil establece en su artículo 6.4 la figura del fraude de ley, y la enuncia de la siguiente manera:
“Los actos realizados al ampro del texto de una norma que persigan un resultado prohibido por el ordenamiento jurídico, o contrario a él, se considerarán ejecutados en fraude de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere tratado de eludir.”
En relación a lo planteado, la interpretación que se tiene del fraude de ley es que se trata de camuflar una conducta como si fuera otra para eludir una norma. En este sentido, el código civil condena esta técnica de aplicación de una norma jurídica, calificándola como pseudo legal, implicando la nulidad radical del acto jurídico o negocio realizado, siendo los casos más habituales la contratación de falsos autónomos, o donaciones camufladas como compraventas, con el propósito de defraudar la ley fiscal.
Requisitos para considerarse fraude de ley
- Debe producirse un acto jurídico, no siendo suficiente la intencionalidad.
- El acto aparente de legalidad debe infringir el contenido ético de las disposiciones de la norma en el que se ampara.
- En principio es indiferente si el infractor tenía la intención de evadir la norma defraudada, siendo necesario con que se genere un resultado ilícito.
- El acto debe ser contrario al fin práctico de la norma defraudada.
- La norma de cobertura no se dirige expresamente para cubrir el ato o negocio jurídico realizado.
Efectos del fraude de ley
El código civil indica que el principal efecto del fraude de ley consiste en anular la supuesta protección que la norma de cobertura concede al acto para someterlo a las disposiciones de la ley defraudada que se intentó evadir.
Por tal motivo, los actos jurídicos quedan sometidos al régimen normativo que se pretendía evitar.
En razón de lo planteado, los actos jurídicos realizados quedarán anulados sólo si son simulados o presentan causa ilícita.
Ejemplos de fraude de ley
A continuación se presentan los ejemplos más usuales en casos de fraude de ley, cometidos en la legislación española:
El primero de ellos está referido a las simulaciones de compraventa o donaciones. La explicación radica en que por las donaciones se paga mayor cuantía en impuesto que por una compraventa.
Un caso habitual es el de un padre que dona a su hijo una casa, por ende, el hijo debería tributar una elevada cantidad de dinero. Sin embargo, deciden simular una compraventa (valiéndose de un contrato fingido), siendo una figura jurídica legal y así lograr el objetivo propuesto: que el hijo obtenga la casa sin pagar los impuestos correspondientes a la ley tributaria.
Otro ejemplo muy visto en el campo laboral es el que una empresa necesite contratar a un trabajador, pero, dicha contratación supone más costos que el hecho de contratar a un trabajador autónomo. En este caso, utiliza la contratación del autónomo para camuflar lo que en realidad es un contrato de trabajo por cuenta ajena, mejor conocido como falso autónomo.
De este modo, se estaría cometiendo un fraude a la norma laboral y de seguridad social, encubriendo esa relación jurídica laboral con un disfraz de autónomo.